DECÁLOGO DE LOS SALVAJES MANSOS
DÉCALOGO DE LOS SALVAJES MANSOS Para Thiago, creces en movimiento I Naciste escurridizo como un mosquito impertinente en una noche cálida de verano. Tuyas son las picaduras imprevistas y el sonido irritante. Tuyo el planear de incógnito. II Tuyo será el cuelgue de los primates. Cuando en el amanecer las luces de la metrópolis se apaguen despertará tu selva interior y te golpearás enérgicamente el pecho, con ambas manos, a modo de tambor. III Te criarás arropado por lobos. Nunca te lo dirán, son parcos y silentes. Nunca te lo dirán, van de duros y solitarios. Nunca te lo dicen, no lo dicen, pero jamás te van a abandonar. IV Libarás por mor del néctar, pequeña abeja. De los pétalos, pequeña abeja, por amor. V Eres el león persiguiendo a la gacela, pero recuerda: También eres la gacela. Aprende, en cualquier caso, a correr. VI Un pesado cuerpo cae en medio de la sabana y un coro lo vela; con gestos de incredulidad e impotencia el grupo agacha la cabeza frente al cuerpo inerte